A pesar de que lo nuclear suena a peligroso, la fusión nuclear podría ser la fuente de energía que la humanidad tanto necesita y desea, limpia e inagotable. Pero hay un problema, tan sólo sabemos recrearla en su lado más oscuro, las bombas nucleares de hidrógeno.
En
los laboratorios Sandia (Nuevo México) se investiga la fusión nuclear
mediante la denominada Máquina Z, formada por multitud de enormes condensadores
que acumulan electricidad poco a poco y la liberan en un tiempo muy corto.
La Máquina Z cuenta con supercondensadores
que se descargan todos a la vez mediante unos gruesos cables que conducen 10
millones de amperios a unos finos hilos de tungsteno o de acero colocados
en forma de cilindro. Los hilos se convierten en plasma que, a su vez,
comprimen el deuterio contenido en un pequeño cilindro en el centro de los
hilos. La temperatura que alcanza es enorme, incluso entró en el libro
Guinness de los récords en el año 2006. El valor de temperatura fue de 3,7
GK, ¡3,7 Gigakelvin! Tres mil setecientos millones de kelvin. Más adelante,
esta temperatura fue superada por
algunos aceleradores de partículas.
Todo el proceso dura 100
nanosegundos, o lo que es lo mismo, 0,0000001 segundos. Por ahora el
sistema no es viable para producir energía en continuo, tan solo es una forma
de obtener conocimiento de los plasmas y, otra vez, nos toca esperar para poder
tener un generador de fusión nuclear eficiente y funcional.
No hay que olvidar que el SNL (Sandia
National Laboratories) forma parte del Departamento de Energía de los
Estados Unidos y su principal misión es el desarrollo de ingeniería y
ensayo de componentes no nucleares de armas atómicas. El uso de sus instalaciones para el estudio
de los plasmas a altas temperaturas constituye un uso más pacífico y racional.
En la foto principal se observan
los terribles rayos que, debido a los altos voltajes, se originan durante la
descarga y que inundan toda la sala.
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